Durante el taller de prácticas artísticas 13 personas emprendieron un recorrido al descubierto, entregado, vulnerable y poderoso a la vez.  Surgieron preguntas esenciales:  ¿Es posible ser fuerte y, al mismo tiempo, tan vulnerable? ¿Se puede hacer arte sin sentir profundamente? ¿Se puede existir sin entrega? 

En esa contradicción radica lo posible: opuestos que  coexisten, se tocan, se amalgaman y se funden entre sí. De este vaivén emergen composiciones hechas de fragmentos y materialidades diversas unidas por el mismo impulso creador. 

¿Qué hay detrás de cada una de las obras? 

En este itinerario se presentan distintos procesos de autoconocimiento, íntimos y únicos, que reflejan  experiencias vitales, subjetivas y, a su vez, colectivas. Estos recorridos configuran narrativas que atraviesan el cotidiano y se resignifican en el gesto transformador de crear una pieza artística. 

Narrativas que dialogan desde la fantasía y el ritual; lo íntimo y lo impuesto; la rutina y la ruptura; lo transitorio y lo constante. Todas ellas conforman un cuerpo de materialidades y lenguajes dispares que revelan en su conjunto nexos y contrastes.

Cada proceso está conectado de alguna manera con aquello que nos atraviesa como artistas y como miembros de una sociedad. El lenguaje de las emociones nos permite conectarnos como individuos, en donde dejamos de ser uno para ser en comunidad. Proponemos al espectador un espacio de reflexión desde la íntima perspectiva de cada integrante de la exposición.

Texto: Georgina Kruk & Airyn Sequeira.

Participantes: Airyn Sequeira, Alejandra Rodríguez, Belén Medina, Carla Suarez, Daiana Luque, Georgina Kruk, Lucas Díaz, Natalia Do Santos, Noelia García, Paula Delucca, Romi Colman, Silvina Faviero y Virginia Rolón.